Por lo que me sería difícil elegir entre uno de mis “adorables “ amigos.
Entonces, recurriendo a mis sensaciones y conocimientos, me encontré de frente a las Lavandas, pero no a todas, sino a la Lavandula dentata, una planta de la familia de las labiadas con origen en la zona del Mediterráneo. Quien no recuerda un poema español que nombre al espliego, haciendo gala de su aroma irresistible. Esta planta rustica, que si no se le da algunos cuidados tiene una vejez complicada( quien no?) requiere muy poca cosas, un suelo bien drenado y buen sol una poda cuidada, para que se haga muy leñosa y entonces con su color “ lavanda.....”azulado, color frío pero que da sensación de paz y serenidad, es muy fácil de combinar con otras herbáceas, por ejemplo con otros colores y si lo hacemos con blanco ( por ej rosas Icberg, crearemos un cantero elegante, con flores rosadas , por ej rosas Elsie pullsen, dan un cantero alegre es que la combinación de lavandas y rosas es una delicia para los sentidos , o con Hemerocallis amarillos, un cantero más moderno
Pasaremos junto a ella y al rozarla con las manos nos llevaremos por un rato un perfume que quedará en nuestra memoria, y si recolectamos sus flores cerca del mediodía que es cuando dan su máxima expresión, podremos armar bolsitas de tul con ellas, que usaremos, para mezclar con nuestra ropa, o poner en el agua para tomar un baño relajante. Su fragancia es floral, fresca y limpia, tiene efectos de relajación y descanso. Tiene propiedades sedantes relajantes y ansiolíticas. Cerca de ella no hay insectos molestos, sí hermosas mariposas o colibríes. Y muy sutilmente nos conecta con nuestro silencio interior dándonos en definitiva una gran paz. Que más le podríamos pedir....?.
María Alejandra Di Fabio.
Ingeniera Agrónoma. (UBA)
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